lunes, 27 de noviembre de 2006

Mía, mía, es mía. No se la vendas a nadie.

Hace un par de meses decidí que quería cambiar de moto. Mi 125FL que tan bien ha funcionado durante estos dos últimos años nunca me ha llegado a gustar. Es demasiado moderna. Por ello tome la determinación de buscar un modelo mas antiguo. Tras buscar los distintos modelos que se encuentran con facilidad hoy en día lo vi claro. Yo quería una 160 GT. Además quería restaurarla yo. Que fuera mía en todos los sentidos.

Por eso cuando vi el anuncio en el segunda mano lo vi claro. Esta moto era perfecta para mi. La chapa esta oxidada pero no estaba demasiado mal. Estaba completa y lo mas importante era barata. Pedía por ella 300 euros.




Hice mi oferta 200€, me contra-oferto 250€, y lo vi claro, mía!!!! Por eso el bajón cuando hable con el y me dijo que ya estaba vendida fue enorme. Pero no tan grande como el subidón cuando me llamo el domingo para decirme que el comprador se había echado atrás. Patricia dice que me cambio la cara, mientras le decía, "Mía, mía, es mía. No se la vendas a nadie. Yo me la quedo."

Esto es el principio, y lo demás serán otras historias.

5 comentarios:

Jabi dijo...

vaya con estos dos señoritos, que aficiones mas raras teneis...

Cla dijo...

... donde estoy yo en esta historia...a ver si no te voy a dejar mis super herramientas y vas a tener que meter mas pasta en el proyecto... Je Je Je, te tengo por las p.lotas!!!

Vati dijo...

Si solo me tuvieras pillado x las herramientas.......

y la casa-taller que?

Anónimo dijo...

Creo que pagaste mucho por una moto sin papeles y en muy mal estado?

Vati dijo...

Yo ahora tambien lo creo. Pero si lees la historia compre algo sin verlo y me salio mal, supongo que tambien me podria haber salido bien. Si no hubiera esta tan podrida la chapa creo que no habria sido tan mala compra.

Es una leccion que ya tengo bien aprendida. La proxima vez mirare mejor lo que compro.

Además al final lo importante es que ahora tengo una maravillosa vespa.