Por suerte en el trabajo tenemos una gestoría, y con el numero de la matricula pedí el informe de antecedentes del vehículo, previo pago de la módica cifra de 7 euros.
Y hoy ya tengo los resultados. La moto es efectivamente una Vespa 160 GT, matriculada por primera vez en el 74 (no hace ni na de esto) y dada de baja por su dueño en el 90. Así que ahora es solo cuestión de tiempo e ir al notario para poder ponerla a mi nombre. Eso ya será motivo de una o mas entradas nuevas en el blog.
Pero la verdadera noticia fue ayer por la noche cuando Cla y yo decidimos estrenar su nuevo juego de llaves. Había que desmontar algo, así que empezamos por la bujía, luego la matricula, el deposito, …… Y justo cuando íbamos por el deposito descubrimos quien fue el ultimo dueño de la vespa. Al menos, hasta que quedo momificado debajo del deposito.


Era un raton, y menudos dientes tenia el carbón. Jejejeje. Como para haberlo encontrado vivo.