Tras casi dos meses de inactividad, este fin de semana he podido volver a ponerme con la moto. Aprovechando la Semana Santa he subido la vespa a Santander para comenzar con la reparacion de la chapa. El traslado lo he realizado en dos tandas, primero subi el chasis, y la semana pasada traje el guardabarros, los cofanos y alguna pieza mas.
Lo primero que me dijo mi suegro nada mas verme el viernes por la noche fue, "Contigo queria yo hablar. Pero que mierda de moto me has traido." Os podeis imaginar la cara que se me quedo. Joder que mal debe estar la cosa.
Asi que el sabado despues de comer nos fuimos para el taller a ver que se podia hacer. Por desgracia se me olvido en casa el movil y la camara de fotos, asi que no hay documentos graficos de lo que ocurrio, pero os lo podreis imaginar viendo las fotos del domingo.
Tras subir la moto a los caballetes y dar un par de vueltas estaba claro que habia que cortar, asi que cogimos la radial, discos para cortar metal y pim, pam pum, ya teniamos dos cachos. Aunque en las fotos ya se ve la reconstruccion, dan una clara idea de por donde dimos el primer corte.
El siguiente paso fue empezar a reconstruir los ramos mas estropeados. Empezamos por la parte delantera de la vespa. Tomando medidas a partir de los trozos originales, reconstruimos la parte inferior, y dejamos marcado donde tenian que ir los agujeros para los tornillos del motor y de los cierres para los cofanos.
Y tras terminar ahi nos pusimos a reconstruir los bajos de la parte del asiento. Decidimos empezar por el lado izquierdo, que al ser plano nos parecio mas facil. E igual que antes, partiendo de las medidas tomadas, y con las piezas cortadas hizimos una chapa nueva.
Para cuando terminamos con este trozo de chapa ya eran casi las 9 de la noche y llevabamos mas de 5 horas con la pepa.
martes, 3 de abril de 2007
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario